17 de abril de 2011.
Cuando realicé el repicado de las tomateras, temía que las plantas estuvieran demasiado desarrolladas y que por ello, sufrieran en el traspaso a macetitas. El tiempo siempre pone cada cosa en su sitio y aquí el resultado:
Este aspecto tienen hoy los semilleros de tomates:
Estos últimos días las temperaturas han subido hasta hacernos creer que ya estábamos en verano.
El invernadero ha alcanzado algunos días hasta 40º, así las plantas se han desarrollado muy bien hasta alcanzar algunas 30 cm, de altura.
Y como se puede apreciar el tronco está más que bien desarrollado.
Así que aprovechando los últimos días de luna creciente voy a empezar a plantar en sitio definitivo.
Voy a empezar por el bancal 4a.
Este bancal estuvo plantado de judías el año pasado, después de arrancarlas, reconstruí el bancal poniendo rasillones en las orillas, tuve que añadir más tierra y planté en él algunas lechugas y coles, que por falta de riego no han ido bien.
Por los lados cebollas (que arranqué de otro bancal muy pequeñas y estaban rebrotando). Como me pudo la impaciencia eche estiércol y puse es acolchado después.
Hoy solo quedan algunas cebollas por los lados, y como son de segunda plantación están queriendo echar las flores, le voy quitando el tallo floral y las iré consumiendo como cebollino.
En un principio he ido apartando el acolchado para cavar una zanja en la que ir plantando las tomateras y que me permitiera enterrar buena parte del tronco.
Pero he visto la tierra tan mullida que me he limitado a ir haciendo hoyos cada 35cm, cada uno en el que colocado una planta, enterrándola casi 15 cm.
Después de regar le he vuelto a poner por encima el acolchado.
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